El contacto con lo natural es cada vez más importante en el desarrollo de l@s más pequeñ@s. La primavera es una estación que invita a salir a disfrutar del sol, la lluvia, las flores y la vida, y este confinamiento en casa no nos lo está poniendo nada fácil. Dicen los expertos que una hora al día no es suficiente, y esto también vale para las largas jornadas escolares dentro de una clase con un rato de patio únicamente. Sumado al tiempo que pasamos frente a una pantalla y una población cada vez más "urbanita", son algunas de las causas que han originado el llamado déficit de naturaleza, un concepto acuñado por el periodista Richard Louv que habla de afecciones físicas y emocionales provocadas por la carencia de interacción con fauna y flora.
¿Por qué l@s niñ@s necesitan aprender en la naturaleza?
Los humanos somos animales y l@s niñ@s aprendices activos. La naturaleza ofrece una experiencia sensorial completa: se puede tocar, oler, ver, oír, probar… Es un importante espacio de desarrollo cognitivo y emocional, capacidad de exploración y de creatividad. En definitiva, es un elemento clave para el bienestar psicológico y emocional, sin olvidar la importancia de que aprendan cómo funciona el mundo y adquieran conciencia ambiental. En Eduku pensamos que depende de nosotros fomentar los espacios naturales y animamos a restaurar el vínculo con lo verde.
Propuestas para que los peques puedan conectar con la naturaleza en casa:
1. Mundo animal: los pájaros se han apoderado de la ciudad y felices no paran de cantar y disfrutar las flores que acaban de salir. Es época de cría y muchos están poniendo sus nidos en nuestros balcones y tejados, como Contxita y Petrixol, o la gaviota Palmira, que éste es su quinto año siendo mamá en el tejado de enfrente. Una actividad sencilla y bonita con los niños es preparar comederos para pájaros para colgar en las ventanas y así asegurar que nos les falte comida. Nuestra propuesta es prepararlos con elementos orgánicos para que sean biodegradables, y en nuestro caso hemos utilizado cáscaras de naranja y aguacate. Solo vamos a tener que rellenarlos con semillas para pájaros y utilizar cuerdas si los queremos colgar para que estén más a su alcance:
2. Plantas: un mini huerto urbano es una de las actividades más satisfactorias y educativas que pueden hacer l@s niñ@s. Observarán el milagro de la germinación, así como se harán responsables con los cuidados diarios. ¡En Eduku hemos empezado en abril con todo aquello que nos hemos ido comiendo! Lo hemos puesto a germinar en agua, algodón o tierra y hemos reciclado botes de cristal y hueveras. Para empezar, os proponemos que guardéis el hueso del aguacate y las semillas de las naranjas, y también cebollas, ajos, lechuga, zanahorias ¡e incluso fresas! Os iremos contando cómo avanza nuestro pequeño huerto:
3. Luna y estrellas: lo cierto es que los niñ@s suelen tener fascinación por el cielo y la luna y suelen preguntar porque va cambiando. Estos días en casa pueden servir para hacer una pequeña clase de ciencia y astronomía, y observar las constelaciones y las diferentes fases de la luna en estas noches claras. Llevar un diario lunar puede ser la excusa para asomarse a la ventana cada noche antes de ir a dormir, descubrir cuándo es luna llena o ¡calcular qué día tendremos que preparar nuestros huevos de Pascua! Si os animáis a completar vuestro calendario lunar lo podéis descargar de la sección Aprender Jugando de esta misma web.
4. Clima: “abril aguas mil o para mayo cada día un rayo”. Lo cierto es que este pasado abril ha sido uno de los meses más lluviosos y hemos aprovechado para construir un pluviómetro casero que nos permitía ir mirando cuánta agua caía por día. Solo es necesario reciclar un bote de cristal, hacer unas marcas con la ayuda de una regla y poner un embudo encima. Este experimento es perfecto para pequeños científicos investigadores que quieran ir anotando en una libreta y al final del mes o año saber en qué época ha llovido más!
5. Elementos naturales: en estos paseos diarios podemos aprovechar para coger hojitas, piedras, ramas y luego hacer manualidades o juegos con ellas. Hay múltiples aprendizajes que se pueden hacer con elementos naturales desde matemáticas, sensoriales, emocionales, y por supuesto artísticos. Traer la naturaleza a casa va a servir para que los peques desarrollen su lado creativo de una manera orgánica.
El amor por la naturaleza también se enseña y se aprende. Apreciar el mundo natural hará niñ@s con equilibrio emocional que ayudarán a cuidar y preservar nuestro Planeta.
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