Hoy domingo de Pascua os animamos a que los peques pasen un día creativo, divertido y cultural con una de las tradiciones más ancestrales. Sin duda, los huevos de Pascua es una de las actividades estrella para l@s niñ@s durante estos días festivos, donde podrán entretenerse sin necesidad de salir de casa y con la participación de toda la familia. Además de consejos para pintar los huevos y juegos, pensamos que es una buena excusa para hablarles de tradiciones y celebraciones, como por ejemplo la llegada de la primavera o época fértil.
¿Cuál es el origen de los huevos de Pascua?
A veces es bueno preguntarse, y los niños lo hacen constantemente, de ¿dónde vienen ciertas tradiciones? ¿Porque pintamos huevos cierto domingo al año? En este caso, y quitando posteriores adaptaciones religiosas y por países, ¡nos tendremos que remontar a la época antigua e incluso la prehistoria! Se piensa que el origen de la tradición de comer huevos al finalizar el invierno es una reminiscencia de la Edad de Hielo. Tras el duro invierno, y cuando apenas quedaban provisiones, con la llegada de la primavera volvían las aves desde el sur y empezaban a poner huevos, de los que se alimentaban los seres humanos hasta que podían volver a cazar con la llegada de mejores temperaturas.
Posteriormente, se instauró la fiesta primaveral en estas fechas en honor a la Diosa de la Fertilidad de Mesopotamia Ishtar, ¡de ahí que en inglés le llamen Easter!. En nuestro caso Pascua proviene del latín pastos, y también hace referencia al inicio de la época de siembra y fértil. Para muchas de esas culturas antiguas, los huevos representaban 'vida' y 'fertilidad', y tanto en Roma como en Grecia, ¡ya se regalaban huevos pintados en las fiestas y festivales de primavera!
Otra gran duda que suele surgir es ¿por qué la fecha de Pascua es diferente cada año? ¿cómo podemos calcularlo? Es muy sencillo, el día de Pascua se trata del primer domingo posterior a la primera luna llena después del equinoccio de marzo, es decir, el comienzo de la primavera. Las primeras civilizaciones se guiaban por los astros ya que no tenían otras herramientas, y por descabellado que parezca, ¡seguimos conservando el mismo calendario de festivos que nuestros antepasados más conectados con la naturaleza! ¿reconocen tus peques la luna llena? ¿conocen las estaciones del año? Hoy puede ser una buena excusa para educarles sobre astrología y naturaleza.
¿Cómo preparar y decorar los huevos de Pascua?
Antes de decorar recomendamos hervir los huevos. Quedan más resistentes y con menos riesgo a que se rompan que los que se hacen vaciándose. Para hacer esto, colocamos los huevos en una olla grande. Añadimos agua fría, lo suficiente como para cubrir completamente los huevos. Poner la olla a fuego medio-alto y esperar a que el agua alcance una ebullición suave. Bajar el fuego y dejar cocer los huevos a fuego lento durante 9, 10 minutos. Retirar la olla del fuego y llenarla de agua fría. Los huevos deberán estar totalmente fríos y secos para poder decorarlos con éxito.
Hay muchas formas para decorar los huevos de Pascua. Los niños, al igual que los reposteros, quieren plasmar en sus huevos de Pascua toda su creatividad, de ahí que busquen ideas de los más originales. ¿Y si les echas una mano? Aquí te presentamos algunas ideas:
Con pintura, aplicada directamente sobre el huevo: podéis hacer lunares, rayas, zig zag, corazones, estrellas...
Con cartulinas o fieltro, diseñar animales pegándoles las orejas o bigotes.
Con rotuladores permanentes puedes hacer una cara sonriente, también crear personajes o ¡los miembros de la familia!
Con pegatinas o cualquier otro material con cola de manualidades. Probar con: lentejuelas, botones, brillantina o abalorios, trozos de tela, cintas, ...
Mejor colores estridentes, luminosos o primaverales, ¿Y si nos inspiramos en algún motivo de esta estación para decorar nuestro huevo?
Y también podemos hacer una cosa muy sencilla. Prepararlo todo en la mesa: huevos, pinturas, agua, rotulares, pegatinas... y que sean los niños los que hagan lo que quieran, por ejemplo, simples garabatos de distintos colores y sin una forma predeterminada. ¿Qué te parece la idea? Pueden hacerlo con pinceles o, incluso, con las propias manos.
¡Hora de jugar!
Una vez tenemos los huevos decorados nunca falla la vieja costumbre de esconder los huevos pintados para que los niños tengan que encontrarlos. Podemos esconderlos en rincones de la casa, el jardín si se tiene o por el bosque. Hay quién hace el juego con huevos de chocolate, pero pensamos que es mejor hacerlo con los que han decorado ellos mismos. Que el juego en sí mismo, divertirse, sea el “premio”.
Para darle más emoción se pueden preparar mapas, fotos o dibujos y algunas pistas a modo de gincana. ¡Aunque sencillo es un juego que siempre les divierte!
¡Feliz Pascua para todos!
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